En una de las empresas en las que trabajé en rlanda me pasó lo que probablemente fue ha sido el momento más rocambolesco de mi carrera. Y es que a veces los managers tienen una extraña concepción de lo que puede y no puede motivar a un equipo.
Os pongo en situación: Un banco pagando X dinero (mucho, mucho) al mes durante 24 meses y la aplicación no ha llegado a nada. Ya se sabe como son estas cosas. Grandes especificaciones que tardan meses en completarse y mientras tanto ni una línea de código, a vivir. Llega el momento y resulta que no llegamos a esos 50000 usuarios concurrentes que necesitamos. Hay que contratar personal extra. Ahí llego yo, con seis meses ya de retraso acumulado y sin rumbo claro. Pasan los meses y poco cambia. Por mucho que queramos hacer cosas todo está dirigido por especificaciones inamovibles e irrealistas. Proyecto abocado al fracaso.
Llega el momento del ultimatum. El banco lo quiere ya y necesitamos la aplicación en quince días. ¿Cómo podemos motivar al equipo? Pues a alguien se le ocurrió la siguiente idea tan fenomenal y que he bautizado como TVDD o TV-Driven Development:
- Comprar una televisión de 42 pulgadas (doy fe de que se puede reusar posteriormente para apostar a las carreras de caballos).
- Colocar la televisión en la entrada para que sea lo primero que ven los empleados al entrar en la oficina.
- Mostrar lo más grande que se pueda la cuenta atrás para el día fatídico. 15,14,13,12,...
- Preparar un PowerPoint cada día donde figuren las incidencias más críticas en JIRA y mostrarlo en grande como índice.
- En sucesivas páginas del PowerPoint, relatar la incidencia y el responsable de arreglar esas incidencias.
- Hacer saber a los empleados que esta medida es para que todos mantengamos el foco en el objetivo a conseguir en las próximas dos semanas y que nadie se dedique a otra cosa más que a solucionar sus incidencias.
Así que los "afortunados", y me incluyo porque a mi me tocó alguna, llegábamos por la mañana tan tranquilo y nos encontrabamos con un pantallón donde veías los días, y si "tenías suerte" tu nombre saldría en grande y tendrías tus minutos de gloria ya que alguien te habría asignado un marrón del que probablemente nunca habías oido hablar porque se había colado entre los cientos de documentos Word que los business analyst habían estado reenviando de aquí para allá.
Si alguno está interesado en aplicar esta metodología en su empresa, por favor que me avise primero para evitar acercarme a un kilómetro a la redonda :-) No os tengo que decir que la metodología falló estrepitósamente. En realidad nos lo tomamos bastante a guasa. Lamentablemente la cuenta atrás terminó en el número 7. El banco canceló el proyecto y hubo que despedir a la mitad de la plantilla.
El final es feliz ya que la empresa perdió mucha de la gente que no estaba favoreciendo al rumbo. De hecho, eramos !9 arquitectos! (para unos 50 desarrolladores) y nos quedamos en 3, lo que es un número mucho más razonable. Conseguimos que se cambiase la forma de trabajo a una metodología ágil y reconstruir el producto con iteraciones claras. La empresa por fin, tras unas semanas consiguió un producto que vender, y de hecho se consiguió vender a varios bancos mucho más pequeños. Han pasado varios años, muchos nos hemos ido y la empresa no está pasando los mejores momentos, pero es uno de los lugares donde más he aprendido sobre como transformar algo que está podrido desde su raíz incapaz de sacar algo a la luz en una empresa que realmente produce productos y vende software que funciona.
En definitiva, que si un proyecto está retrasado, seguramente ni el no tener una televisión de 42", ni el no tener una cuenta atrás, ni el no tener JIRAs amenazantes, ni el traer refuerzos de última hora van a hacer que el proyecto se salve. Profesionalidad y asumir el "mea culpa", reconocer que las cosas se están haciendo mal y cambiar completamente el chip.
En mi opinión, sólo con la honestidad se puede salir adelante en proyectos como este. No sé si alguno tenéis experiencias parecidas. Os animo a compartirlas